Acosados por la pérdida de su hábitat natural, las zarigüeyas o zorros, como les llamamos, han buscado a las ciudades como su nueva casa.
A fin de cuentas, son animales que comen de todo: frutas, gallinas y pájaros, gusanos, lagartijas, insectos, cereales, pájaros, anfibios, raíces, conejos, carroña, ratones y restos de alimentos humanos, si no les dejan un mejor platillo a disposición.
Construyen los nidos en árboles, trojas, cielo rasos y cualquier lugar que les sirva de refugio; tienen camadas de nueve o más zorritos; correen por los techos, trepan por las paredes, se meten por cualquier abertura, amedrentan a las mascotas y, por sus hábitos nocturnos, cuando andan “acelerados” no hay quién duerma.
Matarlos no es una opción
Los zorros pelones, tan comunes en Costa Rica, y también los mapaches pueden ser transmisores de enfermedades tan graves como la rabia y suelen ser portadores de otras plagas, como pulgas y garrapatas.
La solución para eliminarlos sería tan fácil como ponerles veneno pero las leyes costarricenses que protegen la vida silvestre no lo permiten. Lo que corresponde es atraparlos y llevarlos a alguna zona boscosa, alejada de las personas.
El método por excelencia, para capturarlos, es la utilización de trampas; pero éste es un procedimiento también debe realizarse con mucho cuidado, porque cuando están enojados o asustados, tratarán de defenderse a mordiscos y con las garras.
Con el fin de que pueda deshacerse de esos molestos intrusos, sin que corra riesgos, le damos los siguientes consejos:
Utilice una jaula
Las trampas son estructuras metálicas, con forma de caja rectangular y puertas que se cierran cuando el zorro activa un pedal ubicado en el piso. Se coloca en un lugar donde se espera que esté el zorro.
Atráigalo a la carnada
Los zorros son extremadamente astutos, por lo que es importante inducirlos a error. Se recomienda, como primer paso, colocar la carnada fuera de la trampa. Si la carnada desaparece, en el siguiente paso hay que poner la carnada dentro de la trampa, pero fuera del pedal que cierra la puerta. Finalmente, si la carnada ha desaparecido otra vez, coloque la definitiva, en el lugar asignado para que el zorro pise el pedal.
Métalo en la trampa
La trampa tiene un espacio, en el centro, para ubicar la carnada, que puede ser tan variada como usted quiera: carne de cualquier tipo, frutas, comida para gato, etc. Los zorros son omnívoros y nada exigentes, por lo que unos desperdicios de comida o el pescado, con olor intenso, pueden resultarle apetitosos.
Es de esperar que el zorro caiga en la trampa durante la noche, debido a sus hábitos nocturnos. Hay que revisar la trampa en la mañana, para evitar que el animal atrapado sufra por hambre o exposición. Está dentro de lo posible que en la trampa encuentre un mapache, un zorrillo o una rata, puesto que estos animales tienen gustos parecidos a los de los zorros.
Tenga cuidado
Hay que ser muy cauteloso con la forma en que se trata a un zorro, incluso cuando parezca resignado a su destino, dentro de la jaula, o incluso cuando se haga el muerto, lo que es muy común. No meta los dedos en la jaula y manipule la jaula desde la manilla.
Libérelo lejos
Los zorros son animales territoriales que pueden regresar a su lugar de origen aunque tengan que viajar desde lejos. Libérelo lo más lejos posible, en la naturaleza. Ubique la jaula en dirección opuesta a usted, abra la puerta con cuidado y déjelo ir.
Medidas preventivas
Es recomendable lavarse las manos y los brazos, después de haber tocado la trampa del zorro, aunque no haya entrado en contacto directo con el animal. También hay que lavar la trampa, con agua caliente y jabón, y después enjuagarla con una manguera, para evitar una eventual contaminación futura.
En todo caso, evite las trampas crueles, para evitarle al zorro o al mapache lesiones, dolor o pánico innecesarios.
También recuerde que existen profesionales como nosotros que nos podemos encargar de este tipo de problemas si usted lo requiere, basta que se ponga en contacto con nosotros. ¡Será un gusto ayudarle!