La alianza con la administración de un refugio para animales silvestres, ubicado en el cantón de Santa Ana, nos permitirá completar el ciclo de control y reubicación de los animales que capturamos como parte de nuestras labores cotidianas.
De esta forma logramos que los animales ingresen a un santuario donde valoran su capacidad para regresar a la naturaleza o les brindan la atención que requieren para su supervivencia y su bienestar, sin necesidad de exponerlos de nuevo al medio ambiente.
Como compensación, los animales asumen un papel protagónico en los programas conservacionistas que desarrolla el Refugio Herpetológico, con el que Grupo ALTO ha suscrito un acuerdo de colaboración.
Tratamiento compasivo
Parte de los servicios que brindamos en Grupo ALTO, están orientados a la captura de especies de animales silvestres que tratan de encontrar refugio y alimentos en las áreas urbanizadas. Se trata, básicamente, de zarigüeyas y mapaches, animalitos incompatibles con los seres humanos, tanto por sus hábitos como por el riesgo de que sean transmisores de enfermedades y parásitos.
Comen de todo (frutas, gallinas, raíces y toda suerte de animales pequeños, además de restos de alimentos humanos) y destruyen lo que pueden. Los zorros, por sus hábitos nocturnos, se vuelven algo molestos.
Por la cultura de respeto a la naturaleza y por disposiciones de la legislación costarricense, matarlos no es una opción. Se les captura por medio de trampas que no les causen daño. La alternativa de “llevarlos a perder” tampoco ha sido una solución ideal, porque se les podría estar causando un estado de indefensión al depositarlos en ambientes extraños que les pueden resultar hostiles.
Es así como en la búsqueda de una solución para los animales que capturamos, encontramos la mano amiga del Refugio Herpetológico, ubicado en el Alto de Las Palomas, Santa Ana, creado con el fin de acoger a los animales rescatados por las autoridades o entregados por particulares.
En el refugio, un equipo de especialistas se encarga de diagnosticar y devolver al medio ambiente la mayoría de los animales silvestres rescatados. Los otros, que han sido mascotas o que, por algún motivo, no pueden valerse por sí mismos, encuentran la protección que necesitan.
El área reservada para la protección y conservación de los animales es atravesada por senderos, que facilitan –en el propio terreno- el desarrollo de planes educativos y de concientización ambiental.
¡Nos encantan las buenas soluciones!