En su necesidad de encontrar condiciones que faciliten su existencia, hay animales silvestres que invaden los territorios ocupados por los seres humanos, ya sea a una casa de habitación, una bodega de alimentos o una finca en producción.
Las ardillas, las ratas, los mapaches y los zorros suelen convertirse en plagas intolerablemente molestas y dañinas, por lo que es preciso eliminarlas y todo sería tan fácil como causarles la muerte, pero en Costa Rica existe una cultura de protección al medio ambiente, respaldada por leyes que protegen a las especies del maltrato.
De todos los mamíferos invasores, los más dañinos son los zorros. Arrasan con las aves, invaden las cocinas y las despensas, construyen nidos plagados de insectos y bacterias, no dejan dormir por el ruido que causan y suelen ser transmisores de enfermedades.
Se necesitan conocimientos
Cuando un animal silvestre de esa índole escoge nuestro hogar como su refugio y fuente de abastecimiento, lo que corresponde es capturarlo y llevarlo a un espacio natural, retirado, donde pueda sobrevivir sin causar daños a las personas.
Pero capturar a un animal sin causarle lesiones y sin riesgos, demanda conocimientos, tanto acerca de su comportamiento como los instrumentos de captura. Por ejemplo, existe una amplia variedad de alternativas, para la captura de animales, como trampas y drogas administradas a través de cebos.
Santuario de animales
En Grupo Alto optamos por la utilización de cajas trampa. El éxito depende del uso y la selección de cebos que atraigan única y exclusivamente al animal que se quiere capturar.
A manera de ejemplo, las ardillas y los gatos (que también pueden convertirse en plagas) tienen gustos muy diferentes, en tanto los zorros no tienen reparo en comer lo que encuentren.
En esta lucha contra los animales dañinos, es importante reiterar la importancia de que los captores sean profesionales, que utilicen procedimientos para evitar la crueldad y tomen las medidas necesarias para evitar la posterior entrada de otros visitantes.
Nosotros trabajamos con riguroso apego al marco legal y en alianza con el Refugio Herpetológico, un lugar para animales ubicado en Santa Ana, que nos permite completar el ciclo de control y reubicación de los animales que capturamos.
Los profesionales y expertos del refugio valoran la capacidad del animal capturado para regresar a la naturaleza o le brindan la atención que necesitan para su supervivencia y bienestar, sin necesidad de exponerlos de nuevo al medio ambiente.
Si usted tiene un problema de este tipo, consúltenos, estaremos para servirle.