La mano del hombre está presente en todos los puntos del planeta, en los que podemos obtener consecuencias positivas o negativas. Entre las consecuencias negativas se encuentra la contaminación con aguas residuales de las cuencas hídricas como ríos, mares y manglares.
Esta contaminación presenta un gran peligro para cualquier ser viviente del planeta Tierra. La contaminación se lleva a cabo mediante de la introducción de manera directa o indirecta de sustancias peligrosas o tóxicas a los cauces y mantos acuíferos, a través de los cuales se dañan los organismos que habitan en estos medios y representan también una amenaza latente para la salud de las personas.
Greenpeace, organización ambientalista, dice que en el 90% de los casos, el ser humano está desechando de manera descontrolada diversas sustancias en las aguas que de una u otra manera terminan por afectar a nuestra salud. Algunas son enfermedades leves pero otras de ellas pueden llegar a causar enfermedades serias como el cáncer o incluso la muerte.
Por otra parte, según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades más comunes que se dan por la contaminación de las aguas con materia fecal son como la fiebre tifoidea o el Cólera, siendo esta última endémica de países tropicales y de la India en la que se puede morir en pocas horas con una evolución natural de hasta un 50% de mortalidad. También los distintos tipos de disentería vienen a través del agua y se deben a la contaminación del agua por restos orgánicos.
Además esta misma organización, la OMS, indica que las aguas de lugares como la Franja de Gaza están altamente contaminadas, y de seguir así en 2020 el consumo de esas aguas estará prohibido debido a su toxicidad.
Lamentablemente Costa Rica no está exenta de las estadísticas negativas, de acuerdo al Decimonoveno Informe del Estado de la Nación sólo el 4% de las aguas residuales son tratadas antes de verterlas a fuentes hídricas. Como ejemplo se presenta el caso más preocupante, el Gran Área Metropolitana (GAM); del total de 105.789,4 metros cúbicos diarios (m³/día) que acaban en los cauces de los ríos Tiribí, María Aguilar, Torres y Rivera, solo 838 m³/día son tratados en plantas del A y A.
Aún más preocupante son las estadísticas reveladas por el periódico La Nación el 29 de octubre del 2013, donde se indica el resultado de una investigación para una tesis realizada por dos estudiantes de la Universidad Véritas. De acuerdo a la investigación, 276.000 m³/día de aguas negras son vertidas a la cuenca del río Tárcoles, convirtiéndola así en una de las más contaminadas de Centroamérica.
En Fumigadora Alto queremos alertar a todos los habitantes del planeta y motivar hacer consciencia sobre este tema. Muchas epidemias se pueden evitar si manejamos los desechos residuales responsablemente, dejando de verterlos sin el tratamiento adecuado.