Las ratas y los ratones han encontrado muy cómodo vivir en cielorrasos, armarios y paredes forradas; comerse lo que encuentran a su alcance, romper los empaques y robar lo que sea, sin que les importe mucho de lo que se trate.
Sus ruidos nocturnos y el olor pueden volverse muy inoportunos pero, ante todo, son transmisores de una larga lista de enfermedades, algunas tan peligrosas para la salud humana como la salmonella, la leptospirosis, el hantavirus y la triquinosis. Conozcamos los síntomas de algunas de ellas:
- Salmonella: Diarrea, vómitos, dolor abdominal, dolor de cabeza, fiebre y sangre en las heces.
- Dificultades para respirar, dolores en los músculos y fiebre. Puede degenerar en una fiebre hemorrágica viral, fiebre hemorrágica con síndrome renal o síndrome pulmonar por hantavirus.
- Leptospirosis: Los síntomas son parecidos a los de una gripe: fiebre alta, escalofríos, sudoración, etc. Cuando los síntomas se agravan, produciendo sangre en la orina, la leptospirosis pasa a llamarse Enfermedad de Weil.
- Toxoplasmosis: Causa infecciones leves y sintomáticas a los adultos, pero las infecciones pueden ser mortales en fetos, recién nacidos y personas de la tercera edad.
- Triquinosis: Los síntomas más comunes son náuseas, vómitos, diarrea, fiebre moderada y dolor abdominal y, cuando la infección es severa, puede causar la muerte.
- Peste bubónica: También llamada peste negra, la peste bubónica muestra síntomas de fiebre aguda de aparición súbita, escalofríos, dolor de cabeza, dolores generalizados, debilidad, náuseas y vómitos. Si se le trata a tiempo, es curable, pero no se debe olvidar que en la Edad Media, mató entre 50 y 75 millones de europeos, en el término de 15 años.
Estas y otras muchas enfermedades son transmitidas por las ratas principalmente a través de la orina y las heces. La orina es el mayor problema, porque los roedores van dejando una pista para que otros los sigan, hasta una fuente de alimentos.
Todo lo contaminan con la orina: los alimentos, el agua y el aire pero también hay que tener presente que las ratas van dispersando entre 50 y 80 excrementos en una sola noche.
Para combatir una enfermedad, hay que evitar cualquier contacto con los objetos y alimentos que puedan estar contaminados con orina o heces y, de ninguna manera, tratar de atraparlos porque el riesgo de enfermedad es muy alto por un arañazo o un mordisco.
La mejor solución para evitar el peligro es llamar a un profesional del control de plagas.
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